El valor de la atención
La importancia de enfocar en un mundo frenético y lleno de empresas que pujan por tu atención.
La atención es el petróleo del siglo XXI.
Las redes sociales son el tabaco moderno.
La concentración profunda es una especie en extinción.
Aquellas personas que desarrollen su concentración profunda en un mundo de distracciones baratas obtendrán una inmensa ventaja competitiva frente al resto de la población.
En esta entrega de la newsletter quiero reflexionar sobre el valor de la atención.
Antes de empezar te propongo un desafío. ¿Serás capaz de leer linealmente todo el contenido sin distraerte y sin pegar saltos desordenados entre párrafos? Hoy en día me atrevería a decir que únicamente una de cada diez personas lo consiguen.
Si lo has conseguido, déjame un comentario. Eres casi un superhéroe moderno :)
El medio es el mensaje
El medio donde ves información acaba determinando tu forma de pensar antes que la propia información que consumes.
¿Qué significa esto?
Si consumes información en redes sociales que favorecen la polarización política, acabas pensando de forma polarizada.
Si ves continuamente fotos en redes sociales como Instagram donde únicamente se valora el físico, acabas pensando superficialmente.
Si lees muchas noticias chorra de poco interés, acabas perdiendo tu capacidad crítica.
Si haces scroll infinito en Twitter sin pararte a leer nada con calma pierdes tu habilidad de concentrarte profundamente.
Realmente da igual qué contenido consumas, veas o leas. Acabas pensando como el medio dicta. En períodos largos de tiempo el medio nos da más información que el propio mensaje ya que acaba envolviéndonos como si fuésemos un fluido.
Nicholas Carr dice:
A largo plazo, el contenido de un medio importa menos que el medio en sí mismo a la hora de influenciar en nuestros pensamientos. Como ventana al mundo y a nosotros mismos, un medio popular moldea lo que vemos y cómo lo vemos —y con el tiempo, si lo usamos lo suficiente nos camba, como individuos y como sociedades.
En algún momento alrededor de 1445 un orfebre alemán llamado Johannes Gutenberg inventó la imprenta y nació una próspera industria editorial que permitió la difusión de un conocimiento antes inimaginable. De nuevo, Nicholas Carr en su libro Superficiales destaca cómo esto ha permitido el desarrollo de lo que somos hoy como civilización:
“Desde entonces, y en los últimos cinco siglos la lectura se convirtió en un afán popular. La mente literaria ha estado en el centro del arte, la ciencia y la sociedad. Tan dúctil como sutil, ha sido la mente imaginativa del Renacimiento, la mente racional de la Ilustración, la mente inventora de la Primera Revolución Industrial, la incluso la mente subversiva de la modernidad. Puede que pronto sea la mente de ayer.”
“Calmada, concentrada, sin distracciones, la mente lineal está siendo desplazada por una nueva clase de mente que necesita recibir y diseminar información en estallidos, cortos, descoordinados, frecuentemente solapados —cuanto más mejor.”
¿Atención secuestrada o flow? Tú eliges
La elección está clara.
La tecnología que hay detrás de las redes sociales está basada en las investigaciones del profesor de Harvard B.F. Skinner. La conocida caja de Skinner se utilizó en su origen para condicionar a animales para realizar un fin concreto. Se hacía decidiendo dónde debían prestar atención y dando refuerzos positivos a aquellos comportamientos que querían incentivar.
Originalmente se hacía con palomas, ratas y cobayas de laboratorio. Hoy se el mecanismo se aplica idénticamente en personas.
En la actualidad las redes sociales deciden donde prestamos atención (con un scroll infinito diseñado a medida para cada uno de nosotros), con refuerzos positivos (likes, retweets, comentarios…) y con un fin concreto (monetizar nuestra atención al mejor postor ya que nuestro tiempo vale $$$).
Aunque los algoritmos muchas veces nos conozcan más que nosotros mismos, esto no es el fin…
Hay una alternativa a este condicionamiento artificial e interesado. Se llama Flow o fluir. ¿Alguna vez has experimentado tanto placer realizando una tarea que has olvidado completamente la noción del tiempo? Vives tanto lo que haces y estás tan absorto que olvidas completamente el exterior. Pones tanto entusiasmo que clavas el resultado inconscientemente. Pero tu estado mental fluye tanto que el output te da igual. Solo quieres mejorar tu obra. Perfeccionarla un poquito más cada detalle. Descubrir y ejecutar. Repetir.
Mihály Csíkszentmihályi (si escribes su apellido sin mirar te doy 1€) analizó las personas que habían sido más felices a lo largo de su vida. Descubrió que la gente creativa parecía casi exenta por completo del interés de las recompensas. Cuando terminan el objetivo, el resultado no era importante. Estaban experimentando flow a través de una concentración profunda como un rayo láser. Algo cada vez más difícil de ver en la era digital y las interrupciones constantes.
La ilustración de Wait But Buy refleja muy bien a lo que me refiero. La parte marrón es la zona de distracciones, procrastinación y cortoplacismo. La zona verde es una zona de Flow, concentración profunda, crecimiento y realización personal.
Al principio solo necesitas concentrarte un poco y empezar la tarea (entrar por el tubito). La parte más crítica consiste en seguir manteniendo la atención sin dispersarse. Una vez que resistas a estos latigazos de tu mente entrarás automáticamente en un flujo de flow. Y solo querrás seguir continuando con la actividad y seguir alcanzando mayores cotas de complejidad.
La Rebelión de la Atención
Para recuperar la atención que se nos ha sido sustraída por los gigantes tecnológicos, Johann Hari, autor del libro El valor de la atención, propone estos 6 principios:
Firma un compromiso previo para dejar de alterar entre tareas y no realizar multitasking en la medida de lo que puedas.
Recuerda el flow de Mihály comentado en el punto anterior y haz todo lo posible por entrar en este flujo de actividad.
Interioriza que las redes sociales basadas en la caja de Skinner están programadas para robarte tiempo. Limita su uso y utilízalas con responsabilidad.
Date tiempo para no hacer absolutamente nada. En una sociedad que busca ser productiva a todas horas, aquellas personas que se toman pausas paradójicamente llegan más lejos. La divagación mental te dará respuestas, no es un enemigo a eliminar. Como diría Oliver Burkeman, autor de Gestión del tiempo para mortales: “El problema de intentar controlar tu tiempo es que, al final, el tiempo acaba controlándote a ti.”
El sueño es sagrado para mantener una atención plena. Duerme como mínimo 8 horas.
Deja a tus hijos jugar libremente y tiempo para el autodescubrimiento.
¿Cuánto vale realmente tu atención?
Seguramente a un precio más alto del que la estás valorando actualmente.
Te dejo con esta reflexión.
Gracias por leer Dinero & Bolsa.
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¡Nos vemos en la siguiente entrega!
Extracto de Sherlock Holmes en el libro A Study in Scarlet:
“Considero que el cerebro de un hombre es originalmente como un pequeño desván vacío, y hay que llenarlo con los muebles que uno elija. Un necio recoge toda la madera de todo tipo que encuentra a su paso, de modo que los conocimientos que podrían serle útiles quedan desplazados o, en el mejor de los casos, se mezclan con un montón de otras cosas, de modo que le resulta difícil poner las manos en la masa.”
Gran reflexión ... de un luchador contra el MoFo
Muy interesante Jordi.
Este artículo aporta mucho y da en que pensar
Gracias.