Invierte en capital privado sin apellidarte Rockefeller
Te descubro todo un mundo de inversión con altas rentabilidades y baja volatilidad. Un extra de diversificación a las inversiones tradicionales.
Aquí Jordi 👋. En esta entrega de la newsletter te voy a acercar gracias a Crescenta a un tipo de inversión que seguro que no conocías y te gustará. Te permitirá obtener una rentabilidad superior, una diversificación extra y acceder con mínimos bajos a productos antes reservados a grandes patrimonios.
Normalmente, cuando pensamos en invertir en Bolsa pensamos siempre en las mismas alternativas.
Te las puedo dictar de carrerilla.
Un fondo indexado que replique al S&P 500 o al MSCI World. Una acción que reparta dividendos o un valor más centrando en el crecimiento. O los clásicos fondos de inversión que venden en tu banco.
Esto es el ABC de la inversión.
Hoy veremos la letra “D” del abecedario inversor.
Un tipo de inversión en general desconocida, pero con un montón de aspectos positivos para la mayoría de inversores.
Te voy a contar todo lo que necesitas saber sobre el capital privado.
[Este email monográfico es una colaboración con Crescenta, plataforma de inversión en capital privado. Tiene como objetivo acercar este tipo de inversión a todos los bolsillos. Sin importar si te apellidas Rockefeller o García, como yo.]1
Qué es el capital privado
Vamos con lo más básico.
Muy a grosso modo existen dos formas de invertir.
Mercados tradicionales. Se conoce como la Bolsa. Son acciones o bonos que cotizan en los mercados bursátiles y que cualquier inversor puede comprar o vender. Son líquidos. Su precio varía a diario porque constantemente los instrumentos se están comerciando. Se habla de mercados públicos porque las empresas tienen que rendir cuentas públicamente y seguir unas regulaciones estrictas. Además, cualquier inversor puede acceder.
Capital privado. Consiste en invertir en empresas no cotizadas (empresas privadas). Tienen una liquidez y unos requisitos de entrada más limitados. Pero gracias a ello tienen una correlación baja con los mercados tradicionales y una rentabilidad bastante jugosa.
Pues bien.
Alrededor del 90% de las compañías que existen a nivel global no cotizan en Bolsa, es decir, únicamente están disponibles para invertir en los mercados privados.
Algunos ejemplos de empresas son Wallapop, PlayTomic u otras más tradicionales, pero de gran crecimiento, como Pastas Gallo, Vinted, Space X o PortAventura. Aunque quieras comprarlas, no puedes. No están disponibles en tu broker ya que no cotizan en Bolsa. Su propiedad es privada.
Cotizar en Bolsa es una de las mejores formas de financiación para las empresas. Les permite seguir creciendo. También es una de las mejores formas de invertir. Eso nadie lo niega. Yo soy el primer defensor de la Bolsa. El nombre de esta newsletter es prueba de ello.
Pero…
También tienen cosas menos positivas. Las empresas que cotizan en Bolsa viven obsesionadas con la próxima presentación trimestral de resultados. Cotizar en Bolsa hace que muchas veces estén más centradas en lo que diga fulanito o menganito en la prensa que en generar valor para el accionista.
A los directivos les cuesta mirar a muy largo plazo porque, sólo con que sus expectativas futuras varíen, el precio de su acción se puede ir al traste. Además, ciertas empresas como las start-ups tienen un tamaño demasiado pequeño como para cotizar.
Te dejo algunos datos sobre el capital privado que te ayudarán a entender su importancia:
Se espera que el total mundial de activos alternativos gestionados casi se duplique hasta alcanzar los 18,3 billones de dólares a finales de 2027, frente a los 9,3 billones de finales de 2021, según un informe de Preqin.
En 2022 el volumen de inversión en capital privado en España era de 8.735 millones de euros. Ese mismo año se alcanzó un récord de inversiones en Private Equity y Venture Capital.
Hecha la introducción.
Vamos al grano.
Tipos de capital privado
Coge lápiz y papel.
Vas a conocer las principales vertientes del capital privado.
Son estas:
Venture Capital. Invierte en empresas que están en una fase muy temprana de desarrollo (start-ups). En la mayoría de casos únicamente consisten en un plan de negocio de los fundadores. Yo les llamo “Empresas bebé”, ya que acaban de nacer y tienen todo un futuro esperanzador por delante. Al invertir a una edad tan temprana los inversores se pueden beneficiar de fuertes revalorizaciones.
Según la fase de desarrollo en la que se encuentre diferenciamos:
Seed capital. Bebé recién nacido. Se ha plantado la semillita.
Early capital. Bebé con algunos añitos. Chapurrea alguna cosa aunque todavía es muy dependiente. Empieza a facturar al cliente aunque necesita el biberón del VC ya que tiene EBITDAs negativos.
Late capital. Podemos estar hablando ya de un niño, con cierta autonomía, pero aún inmaduro.
Con el Venture Capital han nacido gigantes tecnológicos como Google, Facebook, Airbnb o Uber.
Private Equity (PE). Invierte en empresas privadas. Los ejemplos más típicos son empresas familiares o industriales. Consiste en aportar recursos financieros durante un determinado período de tiempo y, a cambio, recibir una participación en la empresa.
Quédate con estas dos estrategias de PE:
Growth. Se invierte con una participación minoritaria en empresas con alto potencial de crecimiento. El equipo gestor sigue llevando las riendas.
Buyouts. Se compra la mayoría del accionariado y se toma el control de la empresa. El nuevo inversor decide el rumbo de su empresa tomando las decisiones estratégicas.
Infraestructuras. Te permite invertir en los pilares de la sociedad y la economía haciendo apuestas en sectores como las grandes obras públicas, redes de abastecimiento, transporte, agua… Otorga al inversor flujos de caja muy predecibles beneficiándose de tres megatendencias que están moldeando el mundo actual: sostenibilidad, descarbonización y digitalización.
Deuda privada. Consiste en invertir en deuda privada de pequeñas y medianas empresas que buscan fuentes de financiación alternativas a los tradicionales bancos o mercados públicos de bonos.
Inversión en impacto. Busca adquirir participaciones en empresas, organizaciones y fondos que tienen como objetivo generar una rentabilidad social y medioambiental. No solo tiene en cuenta las pelas.
Para gustos, los colores.
Si quieres aprender más de este tipo de inversión ves a la web de Aprende y Crece. Es la escuela de capital privado de Crescenta. Es totalmente gratuita y el contenido es de súper alta calidad.
¿Por qué invertir en capital privado?
La pregunta del millón.
En los siguientes párrafos desgranaremos las ventajas principales de invertir en mercados de capital privados.
Son…
Más rentabilidad. Según el estudio Global Private Equity Report que elabora anualmente Bain & Company, en los últimos años los fondos de capital privado de primer nivel han superado consistentemente a su principal índice de Renta Variable.
Menor volatilidad. Al ser una inversión tranquila, y con las miras puestas a largo plazo, no existen movimientos bruscos en el corto plazo. Suele ser mucho más llevadera para la mayoría de inversores.
Diversificación. A largo plazo, en diversas condiciones de mercado, contar con inversión en capital privado ha demostrado su capacidad para mejorar la relación riesgo/rentabilidad frente a las carteras tradicionales de Renta Variable y Renta Fija. Esto no lo digo yo, lo dice JP Morgan a través de su estudio de inversiones alternativas Know Your Alternatives.
Todo ello hace que sea una opción muy seria a considerar.
Incluso los inversores que ya inviertan en mercados tradicionales podrán obtener beneficios adicionales complementando su cartera con capital privado.
Para quién es y para quién no es
Ojo.
A pesar de que el capital privado es más accesible que nunca, no es para todo el mundo.
Hay que dejarlo claro desde el principio, para que tu camino como inversor privado sea lo más próspero y rentable posible.
En el epígrafe anterior hemos comentado todos sus beneficios, pero también hay otros aspectos que debes considerar. De lo contrario, sería como hacerte trampas al solitario. Como dijo Peter Lynch: “Conoce lo que posees y entiende por qué lo posees”
Aspectos a considerar:
Plazos temporales. En capital privado suelen ser más extensos, de unos 6 a 10 años. Es una inversión orientada al largo plazo. No solo en la teoría, también en la práctica.
Liquidez. No es tan fácil vender tu participación ya que sus acciones no cotizan en la Bolsa. Si vas a invertir dinero que crees que necesitarás el año que viene, es mejor que optes por otras vías de inversión.
Volatilidad. Como consecuencia de lo anterior, sufrirás menos los vaivenes cortoplacistas y esquizofrénicos de los mercados bursátiles. No verás un precio que fluctúa cada segundo. La adrenalina no está tan presente. Es una inversión mucho más tranquila. Se parece más a un paseo en velero que a una carrera de Fórmula 1.
Sobre los mínimos para invertir. Tradicionalmente, si querías ser inversor en capital privado necesitabas ser un inversor profesional y acreditar un conocimiento súper técnico en el ámbito de las inversiones. Además, si no aportabas un mínimo de 100.000€ no te abrían ni la puerta.
Así de claro.
Pero…
Afortunadamente la regulación cambió y los límites se modificaron a la baja. En 2022 se aprobó la Ley Crea y Crece que tiene como objetivo impulsar el tejido productivo de pequeñas y medianas empresas españolas.
Ahora podrás acceder al capital privado con una inversión mínima de 10.000€. Si tienes un patrimonio inferior a 500.000€ la inversión en capital privado no podrá superar el 10% del total de tu cartera. Además, siempre tendrás que hacerlo bajo asesoramiento.
Todo ello puedes hacerlo gracias a Crescenta (te cuento cómo a continuación. keep calm).
Cómo invertir en capital privado con Crescenta
Recapitulemos.
Sabes lo qué es el capital privado. Sabes diferenciar entre las diferentes opciones de invertir en mercados de capital privados. Conoces sus ventajas. Y también has saltado las barreras anteriores dando una voltereta en el aire.
Ahora sí.
Te voy a mostrar cómo hacerlo de la mano de Crescenta.
Tienes diferentes opciones. Pero…
Estos dos fondos son lo que se encuentran en activos ahora mismo:
Crescenta Private Equity Growth Top Perfomers I. Invirtiendo en empresas tecnológicas tiene una rentabilidad objetivo del 18% anual* y el multiplicar x2.5 el capital invertido en 10 años.
Crescenta Private Equity Buyouts Top Performers I. Invierte en fondos insignia de gestoras internacionales top tier, buscando generar un alto grado de diversificación sin renunciar a la rentabilidad.
Irán lanzando más de distintas estrategias.
Ojo, los fondos de capital privado, a diferencia de los tradicionales, son cerrados, una vez completen el objetivo de captación se cierran y no permiten la entrada de más inversores, por eso cada oportunidad es única.
Es como un galeón para hacer una travesía en busca de aventuras. Una vez que se llenen todas las plazas, ya no habrá hueco para más.
Si te pica el gusanillo de la curiosidad, puedes ver todos los fondos disponibles en Crescenta. Allí podrás ver en qué invierte cada uno, la rentabilidad perseguida e inversión mínima, entre otros.
Hasta aquí llegamos.
Espero que este artículo te haya servido para descubrir este tipo de inversión. Una inversión muy rentable, menos volátil y que además te ayuda a descorrelacionar tus inversiones reduciendo el riesgo global.
Para más info:
…
Nos vemos en el próximo artículo con más valor!
Un abrazo,
Jordi
*Objetivo basado en la rentabilidad neta histórica obtenida por los fondos subyacentes seleccionados, bajo un escenario conservador y considerando la consistencia de los resultados futuros esperados
Disclaimer. Te recordamos que rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras y que estas inversiones pueden dar lugar a riesgos, destacando su iliquidez. Para más información sobre Crescenta y los fondos puedes visitar: https://www.crescenta.com/es/condiciones.
Buenos días Jordi,
Muchas gracias por la explicación y las enseñanzas sobre las empresas de capital privado. Un gustazo leerte